lunes, 3 de marzo de 2008

RESEÑA-COMERCIAL




Es interesante para la gente ser sorprendido con un comercial nuevo, y original. Algo que si en alguna ocasión se había visto, poco se recuerda. Actualmente todavía existen mujeres que se sienten subyugadas, o bajo un control machista, o con limites de oportunidades laborales, etcétera. Sin embargo hay otro tanto de mujeres, que no se presta para esa lucha entre mujeres y hombres. Quizá, porque en su cotidianidad, y en su vida, no han experimentado algo que les haga pensar como inferiores. De pronto este último grupo de mujeres causa controversia, pues son mujeres libres de todo rencor, que ven a su conyugue igual que a ellas, con las mismas capacidades, son mujeres seguras de sí mismas, que se lanzan a retos, que no tienen una mentalidad de víctima; quizá cuando sucede esto, no todos los hombres, digamos "algunos hombres", extrañan a la otra mujer, que les hacía sentir, un verdadero "macho", esa mujer que les hacía sentir como "el que manda".

Con lo anterior no me refiero a ese grupo de mujeres revolucionarias, con ideologías raras en su cabeza que solo conducen a pleitos. Sino a mujeres común y corriente que ven al hombre igual que a ellas, con mismas capacidades y talentos.

En este comercial encontramos a un hombre que se dio cuenta de su necesidad, vemos la insatisfacción del hombre por tener que pedir prestado el champo a su hermana, mama, esposa. Vemos a un hombre con un descontento, y es, tener que comprar el champo de mujeres.

Este champo quizá cumple con las mismas funciones de otros, como "head and shoulder": previenen la caspa y retienen la caída del pelo. Pero hay una gran diferencia, y es que este champo ego es exclusivamente para hombres.
Después de este comercial hombre que no tenga su propio champo está mal "out".
Esto es lo que muchos pensarían, tanto hombres como mujeres. Encontraremos a un hombre dudando de ir a piscina, porque no ha comprado su champo ego, y le da pena pedirle a la novia.
El impacto de este comercial puede repercutir en las acciones de muchas personas, y de hecho esa es la intención, la más importante, que compren el champo.

Aunque para muchos, este comercial es un insulto a la mujer, o es agresivo con la mujer. Hay otro tanto que por el contrario, ven un comercial, donde el hombre se quita el yugo de tener que usar por fuerza mayor el champo de mujer. Es como la liberación del hombre de las cadenas que le ataban a sedal, Palmolive, plus, savital, maría salome, y otros. Productos que implicaban reconocer que necesito lavar mi cabeza con el champo de la mujer.

Personalmente no veo un insulto, veo a un hombre que de manera chistosa y jocosa quiere su propio champo. Alguien vería la guerra de sexos, en este caso, yo no veo del todo una guerra, creo que nos remiten a esas peleas de novios "bombril", que en última instancia terminan por reconocer que se aman dándose un beso. Similar, es lo mismo. Veo a un niño reclamando su bombón, o su paleta.

Durante mucho tiempo el hombre ha usado el champo que naturalmente la mujer usaba. Aunque en los comerciales aparece de manera clara la imagen de la mujer, su cabello largo, la feminidad, etcétera. El hombre usaba ese champo. La pregunta es: ¿Puede usar la mujer para lavar su cabello el champo ego?
Eso es imposible, una mujer usando ego, es como si el hombre después de este comercial fuera al súper inter a comprar sedal para risos definidos. Es ilógico ¿cierto?
Lo anterior es la supuesta forma de pensar. Pero no necesariamente la forma de actuar. ¿La vecina de la esquina está en capacidad de comprar ego para ella, así sea mujer, y seguramente lo hará, y qué?

Sin embargo, este comercial tiene mucha influencia en las personas.

Aproveché un poco el análisis de este comercial para hacer reflexiones acerca de este tema de lucha entre hombres y mujeres que tanto ha dado de que hablar durante años.

Pasemos ahora al color azul oscuro que tiene de fondo, y a la gran iluminación de luz clara, que parece blanca sobre el rostro del actor. El azul en general tiene una cierta concepción de tranquilidad y de paz. En este comercial da la sensación de que esta de noche, y el clima parece ser fresco. Detrás del actor, si observamos detalladamente, vemos la imagen de una ciudad, que por el color azul de fondo que a su vez es oscuro casi no se nota, sin embargo atrás se perciben edificios. Lo primero que vemos es al actor hablando. Solo está el. El único en el comercial es el. Está hablando con toda su expresión, sabe que está solo, y se "desata", saca todo lo que ha tenido guardado adentro. Pero algo importante. El está solo. Es el, solo él.
Después de todo lo que habla, encontramos a "ego", y aparece solo el champo, solo "ego".
"Ego", tiene muchas concepciones, según Freud, es la instancia psíquica que se reconoce como YO. Para otros, "ego" está estrechamente ligado con el "egoísmo"

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